El plasma rico en plaquetas (PRP) es una novedosa herramienta terapéutica que ha revolucionado el mundo en medicina deportiva debido a éxitos terapéuticos mediáticos en deportistas de élite. Sujeto a continuo debate, el PRP se perfila en el espectro de las terapias musculoesqueléticas con múltiples cualidades que potencialmente lo hacen idóneo para su uso en la consulta de reumatología: efectividad, seguridad, fácil manejo y bajo coste. ¿Es el PRP un nuevo producto de la mercadotecnia? o, por el contrario, es una herramienta con fundamento que debe incluirse en el arsenal terapéutico del reumatólogo. En la siguiente revisión se repasarán en detalle su fundamento, preparación y regímenes de administración. Se reflexionará sobre potenciales efectos adversos y, por último, se realizará un análisis crítico de la evidencia científica que avala su posible uso en la consulta de reumatología.
Infiltración con plasma rico en plaquetas, ¿en qué consiste?
El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) o Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF) es una de las últimas técnicas de regeneración celular que se utiliza para acelerar la curación de las lesiones musculares, tendinosas y articulares.
El plasma rico se obtiene de la propia sangre del paciente del que se separan los factores de crecimiento, unas proteínas con un papel clave dentro del proceso de reparación y regeneración de tejidos.
Podemos encontrar factores de crecimiento tanto en las plaquetas como en el plasma sanguíneo.
Las plaquetas son células sanguíneas encargadas de interrumpir el sangrado en caso de lesión vascular. Además son fuente natural de factores de crecimiento y tienen la peculiaridad de liberar estas proteínas en el mismo lugar de la lesión aportando la capacidad de regenerar tejidos y remodelar la matriz extracelular.
Esta peculiaridad de los factores de crecimiento de origen plaquetario, hace que se convierta en un tratamiento que acelera el proceso de restauración de los tejidos implicados consiguiendo recuperar mucho antes la lesión, incluso en la mitad de tiempo.
¿Cómo se realiza?
Es una técnica mínimamente invasiva que se realiza de forma ambulatoria. Se le extrae al paciente una pequeña dosis de sangre similar a una analítica común. Esa sangre se somete a un proceso de centrifugado que permite separar la fracción más rica en plaquetas que contiene Factores de Crecimiento.
Posteriormente se separa la parte más rica en factores de crecimiento descartando el resto, se le añade cloruro cálcico para liberar los factores de crecimiento plaquetarios y se inyecta directamente en la zona lesionada por vía articular o muscular. Dependiendo del tipo de patología se realiza una o varias infiltraciones con una semana de intervalo entre cada una.
¿Cuáles son sus beneficios?
Los Factores de Crecimiento plaquetarios o plasma rico en plaquetas (PRP) reducen el dolor y aceleran la curación de lesiones permitiendo que el paciente se recupere casi en la mitad de tiempo. El plasma rico va dirigido a lesiones de tipo muscular, tendinosa y articular. Puede ir asociada a intervenciones quirúrgicas, favoreciendo la cicatrización de tejidos, como en lesiones de tendones, ligamentos cruzados de rodilla, suturas y lesiones degenerativas. Igualmente podemos utilizar los factores de crecimiento de forma aislada en el tratamiento de una patología muscular, tendinitis crónica, lesiones de ligamento o articulaciones.
Indicaciones:
Artrosis - Patología tendinosa - Patología muscular - Lesiones ligamentosas y articulares